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Monasterio Cisterciense de San Pedro de Cardeña. Burgos
Sabrosos quesos de oveja añejo y joven y quesos mezcla de oveja y vaca, elaborados y curados siguiendo tradiciones milenarias. Excelentes para degustar en cualquier momento del día.
Monasterio de la Inmaculada. Paredes de Nava (Palencia) Los Roscos de miel elaborados por las hermanas brígidas saben a miel. Hechos con los mejores productos llevan suficiente cantidad de miel en su composición como para que la fragancia de la miel aflore sobre los demás sabores y aromas. Preparadas mediante una receta tradicional y su trabajo orante son un deleite degustarlas. Muy adecuadas para las sobremesas y en las pausas que se hacen durante la jornada para reponer las fuerzas y el espíritu.
Convento de Nuestra Señora de la Salud. Garrovillas (Cáceres) Excelentes y sabrosos Roscos de vino y almendra. Elaborados con los mejores ingredientes y mediante la dedicación y el trabajo orante de las hermanas jerónimas, son una sinfonía de sabores al paladar. Adecuados también para niños, pues el alcohol del vino se evapora en el horneado de los roscos, quedando solo los aromas del vino. Para la sobremesa en compañía de una buena tertulia y un buen café.
Monasterio de la Inmaculada Concepción. Rapariegos (Segovia) Las Rosquillas bañadas parcialmente de chocolate de las hermanas clarisas son, sencillamente, sabrosas, muy sabrosas. Elaboradas artesanalmente con los mejores productos, según la receta tradicional y el trabajo orante de las hermanas, satisfacen todo paladar. Adecuadas para todos esos momentos en que nos vemos necesarios a restaurar el cuerpo y recuperar el espíritu para continuar adelante con nuestro hacer.
Monasterio de la Inmaculada Concepción. Rapariegos (Segovia) Riquísimas Rosquillas fritas, cortas en aceite y largas en sabor. Catarata de sabores y aromas en la boca, que elevan el pensamiento hacia Dios, nuestro creador, para darle gracias por tan excelsa degustación. Elaboradas según una receta tradicional y con los mejores ingredientes, son el resultado del trabajo delicado y orante de las hermanas clarisas. Para toda ocasión y momento.
Monasterio de la Inmaculada Concepción. Rapariegos (Segovia) Riquísimas Rosquillas fritas, con poco aceite y gran sabor. Sinfonía de placer en la boca, que eleva el pensamiento hacia nuestro creador. Elaboradas según una receta tradicional y con los mejores ingredientes. Fruto del trabajo delicado y orante de las hermanas clarisas. Para toda ocasión y momento.
Monasterio de Santa María de la Merced. Noja Sobaos suculentos y sabrosos, típico dulce de Santander, elaborados con los mejores ingredientes y artesanalmente siguiendo procedimientos ancestrales. Se deshacen en la boca llenándola con una sinfonía de sabores que complace al paladar más exigente. Adecuados para todo momento, en especial para el café de sobremesa y para esas pausas a media jornada que se hacen tan necesarias para recuperar las fuerzas. Medio sobao es suficiente para un desayuno. ¡No dejen de saborearlos! Elaborados bajo demanda.
Monasterio Nuestra Señora de Belén. Toral de los Guzmanes (León) Imagínese poder coger al sol en la mano, sería un sol pequeño, un solete, lleno de luz y calor. Así son los Soletes elaborados por las hermanas jerónimas, todo un sol de sabor en el paladar. Capaces de satisfacer a los gourmet más exigentes. Preparados con las mejores materias primas, en un trabajo orante, dedicado y meticuloso, han conseguido unas pastas muy equilibradas en sus aromas, texturas y sabor. Imprescindibles en esos descansos que nos concedemos para restaurar las fuerzas y el espíritu y poder seguir construyendo, con nuestras manos, la obra del Señor. Imposible degustar solo una.
Monasterio de El Salvador. Benavente (Zamora) Suspiros... ¡cómo no suspirar con los Suspiros de las cistercienses de Benavente. Armónica sinfonía de sabores placenteros que se derraman en la boca, llenándola de bienestar. Adecuados para las tertulias de sobremesa y, un café o infusión, en todos aquellos momentos de pausa que nos tomamos para recuperar fuerzas y espíritu.
Monasterio de la Santa Cruz. Casarrubios del Monte (Toledo) Suspiros de los cistercienses de Casarrubios del Monte, ¡como para suspirar! Deliciosos, sinfonía de sabores en la boca, bienestar del paladar, imposible comer solo uno. Adecuados para las tertulias de sobremesa y en todos aquellos momentos de mitad de la jornada acompañando a un café o infusión.
Monasterio del Sagrado Corazón. Cigales
Exquisitas almendras garrapiñadas en tarro, largas de sabor y escasas de azúcar, elaboradas artesanalmente por las hermanas clarisas. Muy indicadas para ese picoteo entre horas, a veces tan necesario cuando el espíritu pierde su dinamismo y el peso de la jornada aparece amenazante.
Muy adecuadas para ofrecerlas como regalo en esos eventos sociales que se aproximan, como detalle para los invitados de boda, del bautizo, o de la primera comunión, amén de las reuniones familiares y acontecimientos de empresa o promocionales.
Además, su envasado, en tarros de cristal y con atmósfera inerte, hace que las características organolépticas de las almendras se mantengan inalterables durante muchos meses, por no decir años, permitiendo saborear su controlada dulzura y su suculencia como el primer día.
Monasterio Nuestra Señora de Belén. Toral de los Guzmanes (León) Las Tejas de almendra preparadas por hermanas jerónimas con las mejores materias primas, con su trabajo dedicado y orante, son suculentas y quebradizas. Su riqueza organoléptica es inmejorable, capaces de satisfacer los paladares más exigentes. Imprescindibles en toda tertulia de sobremesa. Imposible degustar sólo una.