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Monasterio de la Inmaculada Concepción. Rapariegos (Segovia)
Monasterio de la Inmaculada Concepción. Rapariegos (Segovia)
La fundación del Convento de Clarisas de Rapariegos está fechada hacia el año 1270 gracias a la generosidad de don Domingo Egidio y doña María Verdugo, ambos vecinos de Arévalo. En el interior del convento se hallan cuadros que atestiguan las jornadas que aquí pasó la reina Isabel, la Católica, fiel devota de santa Clara. Los reyes de Castilla, y más tarde los de España, concedieron privilegios al monasterio. Incluso la concedieron poder utilizar el escudo real. Le dieron el nombre con el que se conoce: Monasterio de Santa María la Real.
El día 30 de septiembre de 1672 un incendio destrozó una gran parte del edificio. Fueron precisos muchos esfuerzos para lograr reconstruirlo. La reina Mariana de Austria envió a las monjas la cantidad de 2.000 ducados para ayudar a las obras. El retablo mayor se inauguró con toda solemnidad el 18 de mayo de 1718. En la parte superior fue colocada la imagen de la Inmaculada Concepción, misterio que siempre defendieron con ahínco los Franciscanos y las Clarisas.
Los soldados de Napoleón se encargaron de saquear y despojar al monasterio. Y las leyes desamortizadoras del siglo XIX acabaron dejando a la comunidad en la mayor pobreza. Durante la Guerra Civil, acogieron a las Clarisas de Cuellar, expulsadas de su monasterio. En Rapariegos estuvieron hasta que lograron volver a Cuéllar.
En la década de los cincuenta del pasado siglo XX un fuerte vendaval derribó unos enormes árboles que había junto a la iglesia monacal, destrozando la espadaña y la última parte de las bóvedas del templo. Se fue reconstruyendo con esfuerzos, muy sencillamente y las hermanas continúan dando un buen testimonio de entrega a Dios y difundiendo unos firmes valores espirituales que hacen que cuenten con la simpatía de los habitantes del lugar y de los pueblos de los alrededores.